En Base a la Cruz se crea el
El mercurio de los
Filósofos
Antes de seguir con la interpretación de la figura, hagamos un pequeño repaso de los planetas alquímicos:
En el centro de la figura vemos que para la fabricación del mercurio es necesaria la participación del hombre y de la mujer, unidos en comunión sexual sin eyacular la entidad del semen, siendo el miembro viril el señalado por el hombre de la derecha de las serpientes y la vagina de la mujer el cáliz.
Esta representación es clara ya que el hombre y sacerdote señala con la mano izquierda su miembro viril (Lingam) y con la vara de su mano derecha donde se coloca y la sacerdotiza indica con la vara de la mano izquierda que el cáliz es su órgano sexual femenino (Yoni) y con la mano derecha corrobora lo antes señalado.
Esta unión sexual sin derramamiento de la simiente divina, genera la activación de los canales Ida y Píngala -representado por las dos serpientes- elevándose por el canal central o medula la energía resultante que no es otra cosa que el mercurio filosófico.
Nótese que este símbolo alquimista es idéntico al Limgan-Yoni de los indostaníes y que esta colocado sobre una piedra que es el sexo. ver recuadros.
Indicando con ello que la base para la creación de la piedra filosofal, el elixir de la larga vida, que cura toda enfermedad, es simplemente la energía sexual.
La base de este trabajo es la Luna y el Sol, mujer y hombre respectivamente. La mujer posee un arco - otra representación del órgano sexual femenino en infinidad de mitologías alrededor del mundo- y el hombre tiene la fecha que es su equivalente representativo.
Al medio tenemos a Júpiter y Venus, Sabiduría y Amor, Padre y Madre Interior.
Arriba Marte y Saturno, la conciencia y la perfección, la lucha por el despertar de la conciencia y la muerte de todos nuestros defectos para la realización de la Gran Obra o Piedra Filosofal.
Nótese que las parejas de los cuatro planetas alquímicos de abajo poseen los elementos representativos en las manos opuestas indicando con ello la cruz , no sucediendo lo mismo en los planetas de arriba.
Mercurio indica que en la columna (caduceo) y en los cinco valores (pentalfa) se encuentra el secreto de la Gran Obra.
Esta representación es clara ya que el hombre y sacerdote señala con la mano izquierda su miembro viril (Lingam) y con la vara de su mano derecha donde se coloca y la sacerdotiza indica con la vara de la mano izquierda que el cáliz es su órgano sexual femenino (Yoni) y con la mano derecha corrobora lo antes señalado.
Esta unión sexual sin derramamiento de la simiente divina, genera la activación de los canales Ida y Píngala -representado por las dos serpientes- elevándose por el canal central o medula la energía resultante que no es otra cosa que el mercurio filosófico.
Nótese que este símbolo alquimista es idéntico al Limgan-Yoni de los indostaníes y que esta colocado sobre una piedra que es el sexo. ver recuadros.
Indicando con ello que la base para la creación de la piedra filosofal, el elixir de la larga vida, que cura toda enfermedad, es simplemente la energía sexual.
La base de este trabajo es la Luna y el Sol, mujer y hombre respectivamente. La mujer posee un arco - otra representación del órgano sexual femenino en infinidad de mitologías alrededor del mundo- y el hombre tiene la fecha que es su equivalente representativo.
Al medio tenemos a Júpiter y Venus, Sabiduría y Amor, Padre y Madre Interior.
Arriba Marte y Saturno, la conciencia y la perfección, la lucha por el despertar de la conciencia y la muerte de todos nuestros defectos para la realización de la Gran Obra o Piedra Filosofal.
Nótese que las parejas de los cuatro planetas alquímicos de abajo poseen los elementos representativos en las manos opuestas indicando con ello la cruz , no sucediendo lo mismo en los planetas de arriba.
Mercurio indica que en la columna (caduceo) y en los cinco valores (pentalfa) se encuentra el secreto de la Gran Obra.



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